Por: Esther Balac
La investigación dice que, por el contrario, usar el equipamiento
anatómico y hormonal sólo en cumpleaños, aniversarios y otros eventos
conmemorativos, los expone a que se les pare... el corazón.
Aunque ya se ha escrito mucho sobre los beneficios de hacer el amor
(para los que no les gusta la palabra 'polvo'), es la primera vez que se
demuestra que la actividad física que genera esta deliciosa práctica,
el efecto que ejercen las hormonas liberadas durante ella y la sensación
de
bienestar, relajamiento y satisfacción que quedan
después de hacerlo como Dios manda, sí protegen contra la enfermedad que
más gente mata en el mundo.
No faltarán quienes digan que conocen casos de señores infartados en
un motel. Pues con respeto les cuento que si bien esto es noticia, por
el morbo que despierta, se trata de muy pocos episodios, frente a la
cantidad de señores de señores castos y aburridos, cuyo corazón no les
aguanta la celebración de un gol de Messi.
Sí, lo repito y lo grito: ¡A arrastrar menos los pies en centros
comerciales y a consagrarse más al aquello! Hagan de cuenta que es un
medicamento, con muchas ventajas: lo tiene a la mano, no necesita
fórmula médica, no tiene efectos secundarios, es delicioso y no irrita
el estómago. Y aunque el estudio no hace extensivo este beneficio a
nosotras, siempre estoy dipuesta a colaborar en la terapia. ¡Hasta
luego!
Fuente: ELTIEMPO.COM
1 comments: on "Dos polvos semanales, santo remedio. Sexo con Esther"
Tema muy interesante
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